Con frecuencia el hombre cree estar conduciéndose a sí mismo cuando es conducido, y mientras con su mente tiende a una meta, su corazón le arrastra insensiblemente hacia otra.
Francisco de La Rochefoucauld
Para hacer una fortuna, con lo mucho que te quiero bastará.
Los que son sabios, poco hablan; y los que hablan mucho, son poco sabios.
Mi casa, mi mesa, y mi mujer, todo mi mundo es.
Hemos sido llamados al concierto de este mundo para tocar de la mejor manera posible nuestro instrumento.