La libertad y la salud se asemejan: su verdadero valor se conoce cuando nos faltan.
Henri Becque
El demonio no puede resistir a la gente alegre.
Doloroso es que comencemos a vivir cuando morimos.
A través del orgullo nos engañamos a nosotros mismos.
Yo siempre fui un adiós... un brazo en alto, un yaraví quebrándose en las piedras cuando quise quedarme vino el viento vino la noche y me llevó con ella.