¡Ay, hermanos, ese dios que yo creé era obra humana y demencia humana, como todos los dioses!.
Friedrich Nietzsche
Veinte mil personas sin abrigo la luna de verano.
De ninguna suerte debemos fiarnos menos que de la buena.
Los grandes perseguidores se reclutan entre los mártires a quienes no les han cortado la cabeza.
Es el mejor de los buenos quien sabe que en esta vida todo es cuestión de medida: un poco más, algo menos. . .