El signo de un pueblo inteligente es su capacidad de controlar sus emociones por la aplicación de la razón.
Marya Mannes
Obispo Berkeley destruido este mundo en un octavo volumen, y no quedaba nada, después de su tiempo, pero la mente, que experimentó un destino similar de la mano del señor Hume en 1737.
Yo soy un en-y-fuera vegetariano. A veces, en, sobre todo fuera. Creo que es mejor ser vegetariano, pero en ocasiones, la llamada del perro caliente domina mi ética.
En los próximos años, la combinación del cambio climático y el crecimiento de la población podría tener un efecto devastador en el planeta y, ni que decir, sobre la humanidad.
Que procedas del cielo o del infierno, qué importa,,¡Oh, Belleza! ¡monstruo enorme, horroroso, ingenuo!,Si tu mirada, tu sonrisa, tu pie me abren la puerta,De un infinito que amo y jamás he conoci...