Fiodor Dostoievski: Inopinadamente la casualidad v...

Inopinadamente la casualidad vino en mi ayuda.
Fiodor Dostoievski
Temáticas Relacionadas
Más frases

¡pero no digas no puedo ni en broma, porque el inconsciente no tiene sentido del humor, lo tomará en serio, y te lo recordará cada vez que lo intentes!.

El alma es un don demasiado precioso para que dios la dé al hombre por nada. Éste ha de ganarla, siendo o haciendo algo.

Ayúdate y te ayudaré.

Vosotros miráis hacia arriba cuando ansias elevaros; yo miro hacia abajo, pues estoy elevado.