Dame la mano, dime si he de morir, si voy a ser eterno, déjame repartirte como un pan por mis brazos.
Carlos Sahagún
Las máquinas evolucionan y se reproducen a velocidad prodigiosa. Si no les declaramos la guerra muerte será demasiado tarde para resistirse a su dominio.
Un hombre honrado no encontrará jamás una amiga mejor que su esposa.
El que desprecia demasiado, se hace digno de su propio desprecio.
Las grandes promesas son siempre muy sospechosas.