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Poemas cortos sobre el mar ( 3 )

Poemas cortos sobre el mar. Encuentra docenas de poemas cortos sobre el mar con fotos para copiar y compartir.



Auto de Fe

Esta noche de agosto
he quemado tus cartas...
¡Ocho años de vida apasionada!

Mi corazón ardía
en medio de las llamas,
rodeado de fechas,
¡cenizas de mi alma!

Los abrazos crujían,
l...

Rafael de León


Si No Es A Oscuras

Si no es a oscuras no te veo.
Si no es a noche no te alcanzo.
Si no es en ay donde me tiemblo.
Si no es perdido cuando parto.
Si apenas agua sobre el fuego.
Si apenas fuego sin la ...

Miguel Arteche



Un Cabello de Ángel

Un cabello de ángel
colgando del cielo,
si no es la espada de Damocles,
es soga para el espíritu,
gemido equilibrista,
que, en él agarrado,
puede mecerse sobre la tierra
y cre...

Ricardo Carballo Calero


Ofrendando El Libro A Eros

Porque haces tu can de la leona
más fuerte de la Vida, y la aprisiona
la cadena de rosas de tu brazo.

Porque tu cuerpo es la raíz, el lazo
esencial de los troncos discor...

Delmira Agustini


Amor de Tarde

Es una lástima que no estés conmigo
cuando miro el reloj y son las cuatro
y acabo la planilla y pienso diez minutos
y estiro las piernas como todas las tardes
y hago así con los homb...

Mario Benedetti


Amor de Mis Entrañas

Amor de mis entrañas, viva muerte,
en vano espero tu palabra escrita
y pienso, con la flor que se marchita,
que si vivo sin mí quiero perderte.

El aire es inmortal. La piedra...

Federico García Lorca



La Brisa

A mi querido amigo J.C. Fernández

Aliento de la mañana
que vas robando en tu vuelo
la esencia pura y temprana
que la violeta lozana
despide en vapor al cielo.

Dime, soplo de la aurora,
b...

Manuel Acuña


Una despedida

Tarde que socavó nuestro adiós.

Tarde acerada y deleitosa y monstruosa como un ángel oscuro.
Tarde cuando vivieron nuestros labios en la desnuda intimidad de los besos.

El t...

Jorge Luis Borges

poemas cortos sobre el mar


Sobre todo, tened entre vosotros un ferviente amor, porque el amor cubre una multitud de pecados.
1 Pedro 4:8

Biblia



Candor

Azul... azul... azul estaba el cielo.
El hálito quemaste del estío
comenzaba a dorar el terciopelo
del prado, en donde se remansa el río.

A lo lejos, el humo de un bohío,
tal de una novia...

Julio Florez


PRIMAVERA SOBRE LA TIERRA

Camino tras la luz, como el girasol
lo hace tras el sol...
Huyeron las brumas,
se alejaron las lluvias
y una radiante mañana...
El sol, en el azul,
brilló con su...

Jackselins Arteaga


A los mayores les gustan las cifras. Cuando se les habla de un nuevo amigo, jamás preguntan sobre lo esencial del mismo. Nunca se les ocurre preguntar: ¿qué tono tiene su voz? ¿qué juegos prefier...

Antoine de Saint-Exupéry


Yo Soy Tu Indómita Gacela

Yo soy tu indómita gacela,
el trueno que rompe la luz sobre tu pecho
Yo soy el viento desatado en la montaña
y el fulgor concentrado del fuego del ocote.
Yo caliento tus ...

Gioconda Belli



Nota Ii

sobre unos versos que nacieron
espontáneos

A veces el poema es el objeto o don
y con más evidencia
pone de manifiesto ese propósito:
dar luz a una palabra
sin quitarle su magia
o ser depo...

Clara Janés


La Niña Va Por Mi Frente

¡Oh, qué antiguo sentimiento!

¿De qué me sirve, pregunto,
la tinta, el papel y el verso?

Carne tuya me parece,
rojo lirio, junco fresco.
Morena de luna llena.
¿Qué q...

Federico García Lorca


La Cita

Me he ceñido toda con un manto negro.
Estoy toda pálida, la mirada extática.
Y en los ojos tengo partida una estrella.
¡Dos triángulos rojos en mi faz hierática!

Ya ves que no luzco si...

Juana de Ibarbourou


Deseo

Solo tu corazón caliente,
y nada más.

Mi paraíso un campo
sin ruiseñor
ni liras,
con un río discreto
y una fuentecilla.

Sin la espuela del viento
sobre la fronda,
ni la estr...

Federico García Lorca


Poema Del Secreto

Puedo tocar tu mano sin que tiemble la mía,
y no volver el rostro para verte pasar.
Puedo apretar mis labios un día y otro día...
y no puedo olvidar.

Puedo mirar tus ojos y habl...

José Angel Buesa


Quisiera ser un cantor, para cantar en tu balcón,
quisiera ser un pintor, para pintar tu hermosura,
pero sobre todo, quisiera ser tu cobertor, para calentar tu escultura,
y ser así, el aire que r...

Pablo Colin


Colina

Ola cuajada en la piedra
con espuma de romero,
hasta tu desnuda cima
me has levantado sin vuelo.
Sobre tu lomo clavada
-mástil sin vela en el viento-
de un horizonte redondo
soy mate...

Ángela Figuera Aymerich


Conjunción

Sahumáronte los pétalos de acacia
que para adorno de tu frente arranco,
y tu nervioso zapatito blanco
llenó toda la tarde con su gracia.

Abrióse con erótica eficacia
tu enagua de su...

Leopoldo Lugones


Milonga

Sobre las mesas,
botellas decapitadas de «champagne» con corbatas blancas de payaso,
baldes de níquel que trasuntan enflaquecidos brazos y espaldas de «cocottes»
El bandoneón canta con ...

Oliverio Girondo


Cena

Una historia de ayer traza tu fino
labio en carmín, y es hoy en tus ojeras.
Y hay un collar de olvidos y de esperas
si se yergue tu cuello alabastrino.
Las orquídeas ensayan tu destino
en un h...

Alberto Angel Montoya


Arieta

Yo me enveneno con un recuerdo:

En el violado camarín, la seda
y el sutil vello y de odorante nardo
discreto olor y la hora soñada...

Yo me enveneno con un recuerdo.

En el violado camarí...

León de Greiff


Eres, Amor...

Eres, amor, el brazo con heridas
y la pisada en falso sobre un cielo.
Eres el que se duerme, solitario,
en el pequeño bosque de mi pecho.
Eres, amor, la flor del falso nombre.

Eres el...

Efraín Huerta


Jardín de Ceniza

Haber creído alguna vez
viendo la noche desplomarse al mundo
y una tristeza al corazón volcada,
y después ese cuerpo que oprimen nuestras manos:
la mujer que sonríe
y sobre el l...

Alí Chumacero



El Espejo

Con los ojos vendados nos miramos
cada día delante de un espejo
para ser solo imágenes
nuestras que no veremos.

Desfilamos, retratos fidelísimos,
copias exactas, calcos o reflej...

Leopoldo de Luis


Hombres Descalzos

Grávida luz, me hiere tu silencio;
quéjate, grita, rómpeme la sangre
con un feroz escalofrío.
Será la muerte, sí, pero no importa.
¡Morir hasta que el mundo resucite!
Morir h...

Ana Inés Bonnin Armstrong


Mientras de Luz Y de Esperanza Herido

Mientras de luz y de esperanza herido
mi corazón te piensa y te edifica,
un llanto luminoso purifica
tu cielo claro en claridad crecido.

Las aves hacia ti me h...

Germán Bleiberg


Hay Solo Dos Países

Hay solo dos países: el de los sanos y el de los enfermos
por un tiempo se puede gozar de doble nacionalidad
pero, a la larga, eso no tiene sentido
Duele separarse, poco a ...

Enrique Lihn


Lo Inaudible

Es inaudible,
no podremos saber si las hojas
se acumulan y suenan al encaramarse
la mirona lagartija sobre la hoja.
Nos roza la frente
y creemos que es un pañuelo
que nos está tapando ...

José Lezama Lima


Reto

Maduro fuego por azar cautivo
en el estrecho cauce de mis venas.
Brazo de afán helado entre cadenas,
rostro de ayer presente en sueño vivo.

Paloma del zarzal y del olivo
que a perseguir tu vu...

Claudia Lars


Pero A Tu Sombra, Amor

Rompe el tabique, trae a la ceguera
el diálogo, tu música. Me llenas
de otra luz esta carne donde penas,
recuerdos van. Tú sigue, compañera,

cogida de mi mano. Me redime
e...

Ramón de Garcíasol


Giro

Como la tarde
que posó una mínima
caricia en tu desnudo,
o el sol dando en tu vientre;
como la tarde toda desprendida
sobre tu seno blanco;
como la tarde me detengo absorto
en la maleza débil...

José Lupiáñez


Despojada

Dónde despertar, en qué momento,
lo inmediato duele, quema,
explota bruscamente entre mis cejas.
La búsqueda se ha perdido,
el tiempo cayó goteando por tus ojos
todo crimen qued...

Orietta Lozano


Mi Cinturón Aprieta Tu Cintura...

Mi cinturón aprieta tu cintura,
y tu sonrisa, mi corazón.
Sobrevolamos las islas indecibles
ya nuestro paso las nubes se disipan.
¿Cómo regresar al beso y la ar...

Antonio Gala


Sierpe Profana

Quien tanto te adoró, muerde tu pecho
y desata torrentes carmesíes;
tiene en las sienes pulsos colibríes
y undoso el pelo como el crespo helecho.

Dardo de luz acomodé en tu lecho,...

Antonio Carvajal


Silencios

Muere un amor en mitad de la esperanza
y un silencio sepulta su cadáver de pájaro.

Sangra una niña herida sobre un lecho lúbrico
y un silencio se esconde entre los trapos.

Deguellan u...

Jorge Debravo


Se Descalzan Los Días

Se descalzan los días
para pasar de largo sin que nos demos cuenta.
Son casi despedidas, casi encuentros
-felices pero incómodos-
de cuerpos que se miran
y que aplazan la cit...

Luis García Montero


A La Penumbra Auricular No Viene Nunca El Sonido Del

amanecer. Muge el silencio en las ocultas bóvedas y se desliza en tus
membranas. Silban los pájaros y tu pasión es sorda.

Tú no estás ya en ...

Antonio Gamoneda