Poesía de Paul Claudel. Encuentra docenas de poesía de Paul Claudel con fotos para copiar y compartir.
No son mis espinas las que me defienden, dice la rosa, es mi perfume.
Todo el mundo ansia alguna vez aquello que no está asignado para él.
Lo que consideramos como justicia es a menudo una injusticia cometida en favor nuestro.
No es el tiempo el que nos falta. Somos nosotros quienes le faltamos a él.
Quisiera ser como un camino, por el que todos pasan, y que luego olvidan.
El orden es el placer de la razón pero el desorden es la delicia de la imaginación.
Hazles comprender que no tienen en el mundo otro deber que la alegría.
La juventud no está hecha para el placer sino para el heroísmo.
La señal de que no amamos a alguien es que no le damos todo lo mejor que hay en nosotros.
La inteligencia no es nada sin alegría.