Colección de jose

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La mayoría de los pecadores pasan su vida ofendiendo a Dios y confesándose.

Clemente XIV

Para que un país sea republicano y libre, no basta que lo diga su constitución; es preciso que se lo permitan su inteligencia y estado actual.

Eustorgio Salgar

Hay ladrones a los que no se castiga, pero que roban lo más preciado: el tiempo.

Napoleón Bonaparte

Si no podemos poner fin a nuestras diferencias, contribuyamos a que el mundo sea un lugar apto para ellas.

John F. Kennedy

La verdad es lo más valioso que tenemos.

Ahorremosla

No se debe mostrar la verdad desnuda, sino en camisa.

Francisco De Quevedo

Como no tenemos nada más precioso que el tiempo, no hay mayor generosidad que perderlo sin tenerlo en cuenta.

Marcel Jouhandeau

El sentido del humor es el que ayuda a sobrellevar a los otros cinco.

Mae West

Lo que hace falta es someter a las circunstancias, no someterse a ellas.

Horacio

Si busco en mis recuerdos los que me han dejado un sabor duradero,
si hago balance de las horas que han valido la pena, siempre me encuentro con aquellas que no me procuraron ninguna fortuna.

Antoine de Saint-Exupéry

Cuando la mirada es sincera, se convierte en un puente entre dos almas.

Pacoyo

La envidia es una declaración de inferioridad.

Napoleón Bonaparte

Hay que ser infiel, pero nunca desleal.

Gabriel García Márquez

Imposible es el adjetivo de los imbéciles.

Naguib Mahfouz

Aunque los hombres se vanaglorian de sus grandes obras, frecuentemente no son estas el resultado de un noble propósito, sino efecto del azar.

La Port

La injusticia es humana pero más humana es la lucha contra la injusticia.

Bertolt Brecht

Se advierte: Las Autoridades Sanitarias pueden ser perjudiciales para la salud.

Ana López

Para que pueda surgir lo posible es preciso intentar una y otra vez lo imposible.

Hermann Hesse

El sufrimiento más intolerable es el que produce la prolongación del placer más intenso.

George Bernard Shaw

Los hombres son absurdos, se entretienen en trazar rompecabezas con las cosas del cielo, como si no tuvieran bastantes quebraderos de cabeza aquí en la tierra.

Arturo Cancela