Colección de paco
«caperucita Roja» Que Se Nos Fue
¡Ah, si volvieras!... ¡Cómo te extrañan mis hermanos!
La casa es un desquicio: ya no está la hacendosa
muchacha de otros tiempos. ¡Eras la habilidosa
que todo lo sabÃas hacer con esas manos...!
El menor de los chicos, ¡pobrecito!, te llama
recordándote siempre lo que le prometieras,
para que le des algo... Y a veces -¡si lo oyeras!-
para que como entonces le prepares la cama.
¡Como entonces! ¿Entiendes? ¡Ah, desde que te fuiste,
en la casita nuestra todo el mundo anda triste!
y temo que los viejos enfermen, ¡pobres viejos!
Mi madre disimula, pero a escondidas llora
con el supersticioso temor de verte lejos...
Caperucita roja, ¿dónde estarás ahora?
La noche sugiere, no enseña. La noche nos encuentra y nos sorprende por su extrañeza; ella libera en nosotros las fuerzas que, durante el dÃa, son dominadas por la razón.
BrassaiA fuerza de villano, hierro en mano.
RefránQue el verso sea como una llave que abra mil puertas.
Vicente HuidobroMuchas sutilezas despojan de sus brÃos a la razón.
SénecaSe ha dicho que el poeta es el gran terapeuta. En ese sentido, el quehacer poético implicarÃa exorcisar, conjurar y, además, reparar. Escribir un poema es reparar la herida fundamental, la desgarradura. Porque todos estamos heridos.
Alejandra PizarnikLa verdad no se razona; se reconoce, se siente y se ama.
José MartÃNo esperes a que muera alguien para decirle cuanto lo amabas, dÃselo hoy que lo tienes cerca.
H. Jackson BrownLa muerte es dulce; pero su antesala, cruel.
Camilo José CelaDicen que la felicidad es un instante, ¿pero acaso la vida no es una suma de instantes?.
José NaroskyDos que duermen en el mismo colchón, son de la misma condición.
RefránEl miedo es un sufrimiento que produce la espera de un mal.
AristótelesQuién da todo, quisiera dar más.
José NaroskyYa se unió la Historia al paso triunfal de los guerreros y yo invento palabras con que cantar, nuevas formas de amar, vuelvo a ser, soy otra vez, por fin otra vez, soy.
Gioconda BelliDesnudo En Sombra
Volverse a enamorar.
Besar una piel que sabe distinto,
no encontrar puntos de referencia
que indiquen el momento justo,
la caricia perfecta,
la mano compañera.
Retornar a un cuerpo nuevo
sin los huecos del anterior,
no poder palpar una nuca excitada,
una espalda con escalofrÃos conocidos.
Qué pobre se queda el intento de amar igual a la primera vez.
Cómo pesa una boca tan sabida,
tan llena de humo compartido
ante la desconocida tan poco explorada, tan miedosa.
Cuánto cuesta abandonarte, lavarme de tu olor,
quitarme las huellas de tu peso,
desdoblarme en otra Almudena
y comenzar a hacer mÃa una figura
de la calle que me asusta y que ¿quiero?
poseer, pero... tú, ahà estás tú,
traspasando con tu desnudo mi sombra,
consolándome pesaroso de mi dolor al terminar,
tu sonrisa y tu cigarrillo,
ese brazo moreno rodeando mi cintura
y llevándome a un lecho desordenado...
y tus manos de violinista
volando y enredándose en mis senos.
Es mejor saber después de haber pensado y discutido que aceptar los saberes que nadie discute para no tener que pensar.
Fernando SavaterCada vez que hago un poema, pienso que algo se arranca de mÃ, algo que ofrezco a los demás.
Forugh FarrojzadUna gran época de literatura tal vez sea siempre una gran época de traducciones.
Ezra PoundLos grandes pensamientos, son como las grandes acciones, no necesitan trompetas.
James Bailey