Frases de Aristóteles ( 8 )
Hay la misma diferencia entre un sabio y un ignorante que entre un hombre vivo y un cadáver.
El ignorante afirma, el sabio duda y reflexiona.
Un estado es gobernado mejor por un hombre bueno que por unas buenas leyes.
Mercaderes e industriales no deben ser admitidos a la ciudanía, porque su género de vida es abyecto y contrario a la virtud.
Todo lo que hacemos está puesto con el ojo en otra cosa.
El amor solo se da entre personas virtuosas.
Parece, pues, que la felicidad es algo perfecto y suficiente, ya que es el fin de los actos.
No conviene hablar del pudor como de una virtud. Se parece más bien a una emoción que a una disposición adquirida. Se define, pues, como un miedo de dar de sí una mala opinión.
Gracias a la memoria se da en los hombres lo que se llama experiencia.
La conservación de una ciudad se encuentra en sus leyes.
Fuera de la sociedad, el hombre es una bestia o un dios.
Una definición es una frase que significa la esencia de una cosa.
Es absolutamente imposible demostrarlo todo.
Piensa como piensan los sabios, mas habla como habla la gente sencilla.
Los predicados del predicado se extienden también al sujeto.
Platón es mi amigo, pero más amigo es la verdad.
El movimiento no existe fuera de las cosas, pues todo lo que cambia, o cambia en el orden de la sustancia o en la cantidad, o en la calidad, o en el lugar.
No basta decir solamente la verdad, mas conviene mostrar la causa de la falsedad.
El árbitro considera la equidad, el juez la ley.
Cuanto más nos inclina la naturaleza a los placeres, tanto más propensos somos a la licencia que a la decencia.