Frases de Eurípides ( 3 )

Mucha falta hace a la família el hombre que se muere; pero la mujer vale poco.

El rey debe tener presente tres cosas: que gobierna hombres, que debe gobernarlos según la ley y que no gobernará siempre.

Hasta las desdichas han de sentirse con moderación.

El trabajo es el padre de la gloria y de la felicidad.

Cuando la fortuna sonríe, ¿qué necesidad hay de amigos?

La ley de la naturaleza del hombre es la igualdad.

Los muertos no tienen lágrimas y olvidan toda pesadumbre.

Dícese que los regalos persuaden aun a los dioses.

Un solo hombre es más digno de ver la luz que infinitas mujeres.

¡Qué mala es siempre por naturaleza la esclavitud, y cómo soporta lo que no debe, sometida por la fuerza!

La pobreza tiene este defecto: incita al hombre a cometer malas acciones.

No es lo que el orador dice, sino quién es, lo que da peso a la elocuencia

Perdóname, hijo, los hombres son hombres, sino que necesita debe errar.

¡Oh!, bálsamo precioso del sueño, alivio de los males, cómo te agradezco que acudas a mí en los momentos de necesidad.

El amor es el maestro más fecundo en recursos.

La fortuna, en verdad, ayuda a aquellos que tienen buen juicio.

Los ricos no pueden comprar el privilegio de morir viejos.

La opulencia tiene su miseria: es cobarde y se apega a la vida.

El que habla a un necio, aunque sea prudente, parecerá también necio.

Cuando los dioses quieren destruir a un hombre, primero lo enloquecen.