No hay cura para el nacimiento ni la muerte, solo disfrutar el interválo.
Tal vez la única dignidad verdadera del hombre es su capacidad de despreciarse a sí mismo.
La memoria...... es un rumor interno
Subasta, entonces, la tierna luz de la fe brille por lo que solo el corazón mortal se llevaron hasta el pensamiento del pensamiento divino.
La felicidad es la única sanción de la vida; donde no hay felicidad, la vida es un experimento loco y lamentable.
Cuando los hombres y las mujeres están de acuerdo, es solo en sus conclusiones, sus motivos son siempre diferentes.
Debemos dar la bienvenida al futuro, recordando que pronto será pasado, y debemos respetar el pasado, recordando que una vez fue todo lo que era humanamente posible.
Una cadena de excitación, fugitivo, placeres diversos no es la felicidad, la felicidad reside en la reflexión imaginativa y el juicio, cuando la imagen de la propia vida, o la vida humana, ya que re...
El hábito es más fuerte que la razón.
La família es una de las obras maestras de la naturaleza.
Se necesita paciencia para apreciar la felicidad doméstica; espíritus volátiles prefieren infelicidad.
Un artista es un soñador consentir a soñar con el mundo real.
Mi ateísmo, como el de Spinoza, es la verdadera piedad hacia el universo y niega únicos dioses modeladas por el hombre a su imagen, a ser servidores de los intereses humanos.
El esfuerzo del arte es mantener lo que es interesante en la existencia, para recrearlo en el eterno.
En Grecia, los sabios y los tontos hablan deciden.
No hay cura para el nacimiento y la muerte ahorra para gozar del descanso.
La Biblia es una maravillosa fuente de inspiración para aquellos que no lo entienden.
El conocimiento no es comer, y no podemos esperar para devorar y poseer lo que queremos decir. El conocimiento es el reconocimiento de algo ausente, sino que es un saludo, no un abrazo.
Para deleitarse con la guerra es un mérito en el soldado, una cualidad peligrosa del capitán, y un crimen de positivo en el Estado.
Cada religión, con la ayuda de más o menos el mito, el que tiene más o menos en serio, propone un método para fortificar el alma humana y que le permite hacer las paces con su destino.