Lo que el escritor pide al lector no es tanto su beneplácito como su atencion.
Lo mejor de los grandes poetas de todos los países, no consiste en lo nacional que haya en ellos, sino en lo universal.
Todo hombre tiene sus penas secretas que el mundo no conoce. Por eso a veces acusamos de frialdad a un hombre que en realidad, solo es un hombre triste.
El ocaso de una gran esperanza es como el ocaso del sol: con ella se extingue el esplendor de nuestra vida.
Que el pasado muerto entierre sus muertos.
La clave del éxito depende solo de lo que podamos hacer de la mejor manera posible.
¡ah, construir, construir! Ésta es la más noble de todas las artes.
Nada más santo en esta vida nuestra que la primera revelación del amor, el palpitar primero de sus alas de seda.
Adelante trabajando siempre logrando siempre buscando y aprendiendo a forjar y esperar.
Muchos triunfarían en las pequeñas cosas, si no se dejaran llevar por la ambición.
Al traductor, como al testigo llamado a juicio, deberá obligársele a extender la mano y jurar: decir la verdad y nada más que la verdad.
Diez yuntas de bueyes no atraen tanto como el pelo de una mu]er.
Sé noble en cada pensamiento, y en cada acción.
No seas fatuo, llevando el ganado, ¡sé un héroe desinteresado!.
Todo corazón humano es humano.
El arte es duradero, y el tiempo es veloz.
En este mundo un hombre debe ser o yunque o martillo.
La juventud viene solo una vez en la vida.
Nos juzgamos a nosotros mismos por lo que no nos sentimos capaces de hacer, mientras que los demás nos juzgan por lo que hemos hecho.