El amor es la poesía de los sentidos.
El corazón de una madre es un abismo profundo en cuyo fondo siempre encontrarás perdón.
El amor crea en la mujer, una mujer nueva; la de la víspera ya no existe al día siguiente.
El pan más sabroso y las comodidades más gratas son las que se ganan con el propio sudor.
La mediocridad no se imita.
Ser celoso es el colmo del egoísmo, es el amor propio en defecto, es la irritación de una falsa vanidad.
Sencillo es todo lo verdaderamente grande.
El amor aborrece todo lo que no es amor.
Todo poder es una conspiración permanente.
Quien sabe gobernar a una mujer sabe gobernar un estado.
La burocracia es una máquina gigantesca manejada por pigmeos.
El bruto se cubre, el rico se adorna, el fatuo se disfraza, el elegante se viste.
Las leyes son como las telas de araña, a través de las cuales pasan libremente las moscas grandes y quedan enredadas las pequeñas.
Existen en nosotros varias memorias. El cuerpo y el espíritu tienen cada uno la suya.
En las grandes crisis, el corazón se rompe o se curte.
Detrás de cada gran fortuna hay un delito.
Instruida, la virtud calcula tan bien como el vicio.
El tiempo es el único capital de las personas que no tiene más que su inteligencia por fortuna.
No existe gran talento sin gran voluntad.
Puede uno amar sin ser feliz; puede uno ser feliz sin amar; pero amar y ser feliz es algo prodigioso.