Frases de Ignacio Manuel Altamirano ( 2 )

La vida es una cadena de necedades de las que no es la menor la de no querer hacerlas

En las guerras de Independencia, la fe es lo primero, pero la acción es lo que hace útil la fe. Sin ella, esta virtud no vale nada

Muchas veces consigue el despecho lo que no puede conseguir la súplica

Hay viejas que darían su alma por encontrar la fuente de Juvencio

La ingratitud es el precio del favor inmerecido

Los hombres se extravían, las mujeres se pierden

Asearse con esmero, no es cuestión de opinión política sino de higiene y educación

La envidia es al mérito lo que la cobardía al valor
La envidia es proteiforme. Sus manifestaciones más comunes son la crítica amarga, la sátira, la diatriba, la injuria, la calumnia, la insinuación pérfida, la compasión fingida, pero su forma má...

Sufrir por la libertad... es marchar por un sendero de abrojos que solo se convierte en rosas cuando uno ha pasado

Así como la tierna corteza de un árbol sumergida por mucho tiempo en las aguas de cientos de ríos, se petrifica, el corazón humano sumergido en el pesar, al fin se vuelve empedernido

El placer es débil cuando no se forja en la fragua del deseo

Dios no existe, la naturaleza se rige por sí misma.

Las mujeres nunca encuentran inverosímil una lisonja que se les dirige

Si fueran a reproducirse en los papeles públicos, los elogios que durante la ausencia se hacen los amigos íntimos, habría duelos a muerte todos los días

Observad a las prostitutas: hablan mal de todas las mujeres; observad a los malvados: hablan mal de todos los hombres. Es un triste consuelo para estas dos clases de gente

El antagonismo para el hombre de mérito es el combate noble; para el envidioso es la cruel tortura

En la primavera de la vida, hasta las espinas florecen y hasta las penas tienen un sabor de felicidad.

El sueño es la aurora boreal del pensamiento

Los fatuos son los que menos gozan de las mujeres, pero son los que más las perjudican