Ya ves, a veces me canso de mí y de no tener valor para buscarte y cometer todo delito que este amor exija. "Quieta ahí, tus labios o la vida".
Bares en los que la calma y la cerveza salvan nuestra vida, y mi cabeza soñando estar bajo tu ropa.
Amo tanto, tanto la vida, que de ti me enamoré.
Te miro y planeo una vida contigo cargada de sueños. Y si no se cumplen cuando despertemos, con la luz del día ya veremos lo que hacemos.
Y siguen los mismos muertos podridos de crueldad. Ahora mueren en Bosnia los que morían en Vietnam...
¿Cómo ha ido todo? ¿Me has echado de menos? ¿Sabes,? anoche apareciste en mis sueños, llevabas menos ropa.
Hoy ceno contigo, hoy revolución...
Madrid, deshabitado como mi colchón el verano en que me hice mayor, y ella que ya no llama.
Te veo y me declaro culpable de desear tu presencia más que desear la paz.
Explícame tú quién gana cuando se acaba la guerra. A los muertos los entierran: ganadores, perdedores, da igual del bando que sean.
Maldita ciudad, no es tu mejor momento y aún estás hermosa. He de confesarte que te eché de menos. Agarro la guitarra y canto para ti. Qué bueno estar en casa. Vuelvo a Madrid.
Brindemos por el amor y sus fracasos, quizás podamos escoger nuestra derrota.
Y se hizo luz, se hizo silencio, y en un momento todo paró y nació el amor.
Volveré temprano. Te traeré la aurora y, para tu espalda, polvo de mariposa. Si nadan estrellas hoy bajo tu ropa, allí estaré yo. Y si te despiertas antes de que salga el sol y algo se enreda en tu pe...
Y yo recordando que olvidé tender la ropa, preguntándome qué andarás haciendo ahora.
Sé que te vas a reír pero ando loco buscando la melodía que te congele en mi abrazo, que te retenga a mi lado.
Ya lo sé, lo que te doy es bien poco. Pero aunque el diario hoy se olvide de nosotros, mañana una paloma se posará en tus hombros.
Un día de estos te doy un susto y te pido, seria y formalmente, que te cases conmigo. Ay, mi vida, un día el susto te lo doy yo a ti, y si me preguntas, te respondo que "sí".
Déjate convencer, duerme esta noche conmigo. Que el amor se encuentra antes si se busca. Mira que casualidad si yo fuera tu hombre y la duda de haberte dado luz no te deja dormir nunca.
Se cayeron mis alas y yo no me rendí, así que ven aquí, brindemos que hoy es siempre todavía, que nunca me gustaron las despedidas.