El lujo de ser mejores que los demás hay que pagarlo: la sociedad exige un tributo que ha de pagarse en tiras de pellejo
Esperar es siempre temer.
El único egoísmo aceptable es el de procurar que todos estén bien para estar uno mejor.
La disciplina consiste en que un imbécil se haga obedecer por los que son más inteligentes.
Mucha buena gente que sería incapaz de robarnos el dinero, nos roba sin escrúpulo alguno el tiempo que necesitamos para ganarlo.
El honor no se gana en un día para que en un día pueda perderse. Quien en una hora puede dejar de ser honrado, es que no lo fue nunca.
Las mujeres perdonan alguna vez al que las ha engañado, pero nunca al que no han podido engañar.
El origen de todas las grandes fortunas es la falta de delicadeza.
La verdadera educación se demuestra cuando se pierde la educación
Lo malo de la conciencia es que siempre está hecha a la medida
Ante cualquier desdicha que nos aflige, siempre nos admiramos al sentir menos de lo que a nuestro parecer debiéramos haber sentido.
El dinero pasa al correr por muchos lodazales
Pensar mal para dispensarnos de hacer bien es el pesimismo de los espíritus mezquinos. Pensar mal y hacer bien es pesimismo de gran señor.
Los naúfragos no eligen puerto
El amor propio y la vanidad nos hacen creer que nuestros vicios son virtudes, y nuestras virtudes, vicios.
La casualidad es un desenlace, pero no una explicación
Suprime la vanidad en las mujeres y habrás suprimido la mitad, por lo menos, de ambición en los hombres
Hay que ser constantes traperos en el montón de las mentiras, para encontrar de tarde en tarde alguna verdad.
La única aristocracia posible y respetable es la de las personas decentes
Muchas veces para ser buenos tenemos que dejar de ser honrados