Frases de Johann Wolfgang von Goethe ( 3 )
Es el hombre un ser tan tenazmente contradictorio que no acepta imposición alguna en su provecho, y sí sufre cualquier coacción en su perjuicio.
Hay una diferencia entre vivir con alguien y vivir en el. Hay hombres en los que se puede vivir sin vivir con ellos, y viceversa. Unir ambas cosas solo les es dado al amor y la amistad mas puros.
Las ideas audaces son como las piezas del ajedrez que avanzan hacia delante. Ellas pueden ser vencidas, pero también pueden iniciar una partida victoriosa.
Los hombres de carácter suelen convertir en ley las flaquezas. Hay gente con conocimiento del mundo que ha dicho: "La sagacidad tras la que se oculta el miedo resulta invencible". Los hombres débile...
Los alemanes, y no solo ellos, poseen el don de hacer inaccesibles las ciencias. Nada alegraba tanto a los alemanes de los viejos tiempos como el hecho de que nadie tuviera que obedecer a nadie.
Las personas deben hablar menos y dibujar más. Personalmente, me gustaría renunciar por completo del habla y, al igual que la naturaleza orgánica, comunicar todo lo que tengo que decir visualmente.
La fe es amor a lo invisible, confianza en lo imposible, en lo inverosímil.
Una mujer y un vaso de vino curan todo mal, y el que no bebe y no besa, está peor que muerto.
Los matemáticos son un poco como los franceses: cuando se les dice algo, lo traducen a su lengua y al punto pasa a ser otra cosa.
Si a Dios le hubiera interesado que los hombres vivieran y actuaran en la verdad, habría tenido que disponer las cosas de otro modo.
La juventud quiere ser estimulada mejor que instruida.
Los ingleses nos cubrirán de vergüenza con su puro sentido común y su buena voluntad; los franceses, con su ingeniosa perspicacia y su sentido práctico.
Ahora bien, lo que han establecido los hombres no siempre es apropiado, ya sea justo o injusto; en cambio, lo que establecieron los dioses está siempre en su lugar, sea justo o injusto.
Con todas las fuerzas en contra, perseverar. Jamás doblegarse. Mostrarse fuerte atrae el auxilio de los dioses.
Aprender a reinar es fácil, a gobernar, difícil.
El hombre que piensa yerra particularmente cuando pregunta por la causa y el efecto: ambos juntos forman el fenómeno indivisible. Quien sabe reconocer esto se halla en el buen camino hacia la acción...
Los genios son peligrosos para los talentos jóvenes, pues no hacen más que reproducirlos creyendo reproducirse a sí mismo.
Nunca nos engañan, nos engañamos a nosotros mismos.
La vejez no nos vuelve infantiles, como dicen, sino que nos encuentra todavía cual verdaderos niños.
Los apócrifos: sería importante recopilar de nuevo lo que sobre ellos se conoce por la historia y demostrar que son precisamente aquellos textos, que ya en los primeros siglos de nuestra era inundar...