No nos hacemos libres por negarnos a aceptar nada superior a nosotros, sino por aceptar lo que está realmente por encima de nosotros.
Los mejores placeres de este mundo no son completamente puros.
La más bella metempsicosis es aquella en que nos vemos aparecer de nuevo en otros.
Quien quiere el bien que lo practique.
Nada muestra tan claramente nuestro carácter como la cosa que nos hace reír.
Muchas veces ayudó una broma donde la seriedad solía oponer resistencia.
Yo soy el espíritu que siempre niega.
Solo teme al hombre quien no lo conoce; y quien lo rehuye, pronto lo ignora.
¿Quién es el hombre inútil? El que no sabe mandar ni obedecer.
En la contención es donde primero se muestra el Maestro.
Quien al vulgo le exige deberes sin avenirse a concederle derechos, lo habrá de pagar caro.
No es hacer lo que nos gusta, sino que nos guste lo que hacemos, lo que convierte la vida en una bendición.
Sobre las rosas se puede poetizar, tratándose de patatas hay que comer
El verdadero hombre ama como a un verdadero hombre le corresponde. Dedica la mayor parte de su tiempo al trabajo, y al amor el tiempo que le sobra.
El más cercano a la perfección es quien, con penetrante mirada, se declara limitado.
¿Quieres ser invisible para los hombres? Sé pobre. ¿Quieres ser invisible para las mujeres? Sé viejo.
Escribir es un ocio laborioso.
Feliz el hombre que tiene una buena esposa: vive el doble.
El talento se cultiva en la calma; el carácter se forma en las tempestuosas oleadas del mundo.
Calza unos zapatos de tacón alto. Siempre seguirás siendo lo que eres.