El hombre feliz es aquel que siendo rey o campesino, encuentra paz en su hogar.
La actividad es lo que hace feliz al hombre.
Se dice que las mujeres son vanidosas por naturaleza; es cierto, pero les queda bien y por eso mismo nos agradan más.
Si cada uno limpia su vereda, la calle estará limpia.
La ventaja se la lleva aquel que aprovecha el momento oportuno.
El comportamiento es un espejo en el que cada uno muestra su imagen.
El único hombre que no se equivoca es el que nunca hace nada.
Una vida inútil equivale a una muerte prematura.
La inteligencia y el sentido común se abren paso con pocos artificios.
El talento se educa en la calma y el carácter en la tempestad.
El que quiera tener razón y habla solo, de seguro logrará su objetivo.
Si la mañana no nos desvela para nuevas alegrías y, si por la noche no nos queda ninguna esperanza, ¿es que vales la pena vestirse y desnudarse?
Nadie sabe lo que hace mientras actúa correctamente, pero de lo que está mal uno siempre es consciente.
¡Como te pareces al agua, alma del hombre! ¡Como te pareces al viento, destino del hombre!
Cuando el hombre no se encuentra a sí mismo, no encuentra nada.
Hay quién porque golpea la pared con un martillo se cree clavar clavos.
Contra la estupidez, hasta los dioses luchan en vano.
Somos todos tan limitados, que creemos siempre tener razón.
No preguntemos si estamos plenamente de acuerdo, sino tan solo si marchamos por el mismo camino.
La creencia no es el principio, sino el fin de todo conocimiento.