Disfruta solo los placeres del momento.
La joya no puede ser pulida sin fricción, ni el hombre perfeccionarse sin dificultades
Si el cuerpo es derecho no importa que la sombra sea torcida.
Incluso las torres más altas empiezan en el suelo.
No confundas, jinete, el galopar del caballo con los latidos de tu propio corazón.
Las buenas fuentes se conocen en las grandes sequías; los buenos amigos, en las épocas desgraciadas.
Una gota de tinta puede más que cien memorias privilegiadas.
Le pedí a Dios todo para gozar la vida, Él me dio vida para gozarlo todo.
El árbol más fuerte y frondoso vive de lo que tiene debajo.
No hay que ser fuerte; hay que ser sensible
Vive cada día de tu vida como si fuera el último... un día acertarás.
Nadie se baña dos veces en el mismo río, pues siempre es otro río y otra persona.
Pregunta al hombre con experiencia, no al hombre con estudios.
Al comer retoños de bambú, recuerda al hombre que los plantó.
El agua hace flotar el barco, pero también puede hundirlo.
El aprendizaje es un tesoro que seguirá a su dueño a todas partes.
Un viaje de diez mil kilómetros empieza por un solo paso.
A perro colimbo, sartenazo en los hocicos.
Cuando la desgracia llega a su colmo, viene la felicidad.
No prometas nada cuando te sientas eufórico; no respondas una carta cuando te sientas iracundo.