Proverbio escocés. Encuentra docenas de proverbio escocés con fotos para copiar y compartir.
Por el amor de una rosa, el jardinero es servidor de mil espinas.
Todo gran amor no es posible sin pena.
Nuestro amor es como la llovizna que cae quedamente (silenciosmente), pero desborda el río.
La mitad de nuestras equivocaciones nacen de que cuando debemos pensar, sentimos, y cuando debemos sentir, pensamos.
Cuatro cosas hay que nunca vuelven más: una bala disparada, una palabra hablada, un tiempo pasado y una ocasión desaprovechada.
La primera vez que me engañes la culpa será tuya; la segunda vez, la culpa será mía.
El victorioso tiene muchos amigos. El vencido, buenos amigos.
Si lo que vas a decir no es más bello que el silencio: no lo digas.
El amor hace pasar el tiempo; el tiempo hace pasar el amor
Locura es dar consejos a un enemigo; pero más locura todavía es tomarlos de él.
Quien no comprende una mirada tampoco comprenderá una larga explicación.
Los oídos no sirven de nada a un cerebro ciego.
El mosquito no se apiada del hombre, por más flaco que esté.
El hombre es más duro que el hierro, más fuerte que un toro y más frágil que una rosa.
Si vives en mi corazón, viviras gratis.
Los pequeños ladrones, desde la cárcel, ven pasar a los grandes ladrones en carroza.
Libros, caminos y días dan al hombre sabiduría.
Si usted molesta a un perro, molesta a su dueño.
La pasión y el odio son hijos de bebidas que embiagan.
Los ojos se fían de ellos mismos, las orejas se fían de los demás.
Que la esperanza no te lleve jamás a despreciar lo que tienes.
La muerte de un anciano es como una biblioteca que se quema.
El amor está oculto como el fuego en la piedra.
El hombre sabio es aquel que busca instruirse con todos los hombres; el hombre fuerte, aquel que sabe quebrar sus deseos; el hombre rico, aquel que se contenta con su suerte, y el hombre honrado, aque...
El hombre que sabe y sabe lo que sabe, es un sabio, ¡síguelo!. El hombre que no sabe y sabe que no sabe, es simple, ¡enséñale!. El hombre que sabe y no sabe que sabe, está dormido, ¡despiértal...
Una verdad a medias, es una mentira completa.
La mujer llora antes del matrimonio, el hombre después.
La sabiduría viene de escuchar; de hablar, el arrepentimiento
Antes de iniciar la labor de cambiar el mundo, da tres vueltas por tu propia casa.
Los que de veras buscan a Dios, dentro de los santuarios se ahogan.
El momento elegido por el azar vale siempre más que el momento elegido por nosotros mismos.
La gente se arregla todos los días el cabello. ¿Por qué no el corazón?
Usted no enseña a una jirafa a correr.
Un solo dedo no puede atrapar un piojo.
Es mejor volver atrás que perderse en el camino.
Lo que es obvio, no es necesario que sea explicado.
El que no puede sobrellevar lo malo no vive para ver lo bueno.
Más vale que los dientes no riñan con la lengua.
El cielo escucha las plegarias del corazón, no de la voz.
Toma consejo de uno que sea superior a ti y de otro que sea inferior a ti y luego forma tu opinión.