Los pequeños ladrones, desde la cárcel, ven pasar a los grandes ladrones en carroza.
No hay ausente sin culpa, ni presente sin disculpa.
La monotonía genera aburrimiento.
No es necesario matar a un hombre en la víspera de su muerte.
Si dios hubiera querido prohibirnos el vino, las viñas serían amargas.
El precio se olvida, la calidad permanece.
En la paz se cuelga a los ladrones; en la guerra se les honra.
El zorro cree que todo el mundo come pollo como él.