Por el amor de una rosa, el jardinero es servidor de mil espinas.
Los tontos, si callan, lo parecen menos.
El que no da un oficio a su hijo, le enseña a ser ladrón.
El que busca un amigo sin defectos se queda sin amigos.
El amor es una flor de primavera entre dos personas que se desarrolla en verano y no se marchita en invierno.
El caballo conoce por la brida al que lo guía.
La paciencia es la llave del paraíso.
No hay montaña sin niebla, de la misma forma que no hay hombre de mérito sin calumnias.
El hombre es más duro que el hierro, más fuerte que un toro y más frágil que una rosa.
Ni rosas sin espinas, ni amor sin celos.
Un arma es un enemigo para su dueño.
Toda desgracia es una lección.
El hombre es para el hombre un espejo.
El arma es enemiga de su dueño.
Hay que saber sacrificar la barba para salvar la cabeza.
Si mi barba se quema, los otros vienen a encender su pipa en ella.
Cuando el carro se ha roto mucho os dirán por donde se debía pasar.
Antes de amar, aprende a correr por la nieve sin dejar huella.