Sopla el poniente, y al oriente se apilan las hojas secas.
Con las lluvias del verano. El agua estancada y el río se juntan.
Te marchas tú; verdes son los sauces, largo el camino.
Esta mañana El sol salió de la cabeza de una sardina.
La primavera se aleja Duda En las tardías flores del cerezo.
El soplo de una hacha, El olor del pino, Los bosques invernales.
Al agua arrasa y es como de noche en cada terreno cultivado.
Sobre la campana del templo posada, dormida una mariposa.
La tos ronca del abad. El canto del hototogisu.
En noches frías mis huesos sienten las mantas y golpean la colcha.
Viento del atardecer. Se ondula el agua alrededor de la garza.
En las orejas de mi avanzada edad Las lluvias del verano Desaguan por las canaletas.
Es un placer Atravesar el río en verano Con las sandalias en la mano.
En las tardías flores del cerezo Duda La primavera que termina.
La corta noche; sobre la peluda oruga, perlas de rocío.
En la nieve Las luces de la hilera de casas Que me cerraron la puerta.
Acá y allá escuchan la cascada jóvenes hierbas.
Cuando sopla el viento norte. Las hojas muertas se fraternizan al sur.
Un aguacero. Se agarran a las hierbas los gorriones.
Al trabajo en el campo la nube que nunca se movía también fue.