Jonathan swift necio. Encuentra docenas de jonathan swift necio con fotos para copiar y compartir.
Todos los momentos de placer se hallan contrapesados por un grado igual de dolor o de tristeza.
Señor, quisiera saber quien fue el loco que inventó el beso.
La vida es una tragedia a la que asistimos como espectadores un rato, y luego desempeñamos nuestro papel en ella.
El poder arbitrario constituye una tentación natural para un príncipe, como el vino o las mujeres para un hombre joven, o el soborno para un juez, o la avaricia para el viejo, o la vanidad para la m...
Un solo enemigo puede hacer más daño que el bien que pueden hacer diez amigos juntos.
El escritor que quiera saber cómo debe conducirse en relación a la posteridad no tiene más que examinar en los viejos libros qué es lo que le causa agrado y cuáles son las omisiones que más lame...
Una taberna es un lugar en donde la locura es vendida en botella.
El mejor predicador es el tiempo, que nos hace llegar a tener aquellos mismos pensamientos que las personas de más edad trataron ante en vano de meternos en la cabeza.
Tenemos la suficiente religión para odiarnos unos a otros, pero no la bastante para amarnos.
El gusto por la adulación se debe, en la mayoría de los hombres, a la pobre opinión que tiene de sí mismos; con las mujeres ocurre al contrario.
Podemos observar en la república de los perros que todo el Estado disfruta de la paz más absoluta después de una comida abundante, y que surgen entre ellos contiendas civiles tan pronto como un hue...
Cuando el diablo está satisfecho, es una buena persona.
Visión es el arte de ver las cosas invisibles.
La felicidad es el privilegio de ser bien engañado.
Ningún nombre sabio ha querido nunca ser más joven.
Un hombre nunca debe avergonzarse por reconocer que se ha equivocado, que es tanto como decir que hoy es más sabio de lo que fue ayer.
La mayor parte de las diversiones a que se entregan los hombres, los niños y otros animales son imitaciones de la lucha.
Ahora estoy ensayando un experimento muy frecuente entre los autores modernos, es decir, escribir acerca de nada.
Aunque mentir es una práctica universal, no recuerdo haber oído tres buenas mentiras en toda mi vida ni aun en aquellos que más celebrados eran por esta facultad.
Un hombre sabio debe tener dinero en su cabeza, pero no en su corazón.
Ningún hombre aceptará un consejo, pero todos aceptarán dinero. De donde se deduce que el dinero vale más que el consejo.
La sátira es una suerte de espejo en el que los que observan generalmente descubren los rostros de todos menos el propio, principal razón por la que es bien recibida en el mundo, y por la que tan po...
La razón de que haya tan pocos matrimonios felices consiste en que las jóvenes casaderas consagran su tiempo a tejer redes en lugar de construir jaulas.
Los viejos y los cometas han sido venerados por las mismas razones: por su larga barba y por la pretensión de procedir los acontecimientos.
Cuando los hombres se vuelven virtuosos en la vejez no hacen más que sacrificar a Dios los legados del demonio.
Dichoso es el que no espera nada porque siempre estará satisfecho.
Siempre he creido que no importa cuantos disparos falle. . . Acertaré en el siguiente.
Libros, los hijos del cerebro.
Es imposible que una cosa tan natural, tan necesaria y tan universal como la muerte pueda haber sido destinada a la humanidad, por la providencia, como un mal.
A veces leo un libro con placer y detesto al autor.
La ambición suele llevar a los hombres a ejecutar los menesteres más viles: por eso para trepar se adopta la misma postura que para arrastrarse.
La libertad de conciencia se entiende hoy día, no solo como la libertad de creer lo que uno quiera, sino también de poder propagar esa creencia.
La mayoría de las personas son como alfileres: sus cabezas no son lo más importante.
¡Ojalá vivas todos los días de tu vida!
Todo el mundo quisiera vivir largo tiempo, pero nadie querría ser viejo.
Nada es constante en este mundo sino la inconstancia.
Los mejores médicos del mundo son: el doctor dieta, el doctor reposo y el doctor alegría.
Tenemos bastante religión como para odiarnos, pero no suficiente como para amarnos.
Cuando en el mundo aparece un verdadero genio puede reconocérsele por este signo: todos los necios se conjuran contra él.
Es un axioma que aquel a quien todos conceden el segundo lugar, tiene méritos indudables para ocupar el primero.