Todo el mundo quisiera vivir largo tiempo, pero nadie querría ser viejo.
Jonathan Swift
Al palpar la cercanía de la muerte, vuelves los ojos a tu interior y no encuentras más que banalidad, porque los vivos, comparados con los muertos, resultamos insoportablemente banales.
Nuestras discordias tienen su origen en las dos más copiosas fuentes de calamidad pública: la ignorancia y la debilidad.
¿Quién sería lo bastante insensato para morir sin haber dado al menos la vuelta a su cárcel?
La belleza está en el ojo del observador.