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Mensajes para cuidar los arboles ( 12 )

Mensajes para cuidar los arboles. Encuentra docenas de mensajes para cuidar los arboles con fotos para copiar y compartir.



Mi Cinturón Aprieta Tu Cintura...

Mi cinturón aprieta tu cintura,
y tu sonrisa, mi corazón.
Sobrevolamos las islas indecibles
ya nuestro paso las nubes se disipan.
¿Cómo regresar al beso y la ar...

Antonio Gala


Ceniza

Solo aguas en tregua
nacidas para ser ceniza múltiple del viento.

Ya ves qué paradoja
amor, qué despropósito,

quería ser ave fénix,
amor, qué engaño,
qué fraude sustentaba mi proyec...

Amalia Iglesias



Interior

Tu piel me devolvía
algo remoto. (¿Es esto
un Poema de amor?
¿Es un canto de duelo
o de esperanza? Un himno
triunfal o una nostalgia
acariciada sobre
la realidad?)
No había
na...

José Hierro


El Baile

Porque tu pie no es árbol, sino vuelo,
paloma desmandada, extenso ramo,
la nota más viajera a tu reclamo
solucionó lo grávido del suelo.

Porque tu pie volaba por el cielo
con peso de so...

Ángel García López


Se Descalzan Los Días

Se descalzan los días
para pasar de largo sin que nos demos cuenta.
Son casi despedidas, casi encuentros
-felices pero incómodos-
de cuerpos que se miran
y que aplazan la cit...

Luis García Montero


Jardín

La sonrisa apagada y el jardín en la sombra.
Un mundo entre los labios que se aprietan en lucha.
Bajo mi boca seca que la tuya aprisiona
siento los dientes fuertes de tu fiel calavera.

Hay ...

Pablo García Baena



Anomalía

No paseo. Ni ando. Voy a casa.
Cayó del monedero el bono-bus
y tengo cinco duros. Ni para
cerveza me queda. Te amé
escrupulosamente. Iba
a charcuterías y te invitaba
a cenar. Eso era una...

Concha García


Epigrama Con Muro

Entre tú y yo/mengana mía/ se levantaba
un muro de Berlín hecho de horas desiertas
añoranzas fugaces

tú no podías verme porque montaban guardia
los rencores ajenos
yo...

Mario Benedetti


Te Quiero Porque Un Día ...

A Alexis Amador

Te quiero porque un día me llevaste hasta el río
y al vuelo de las aves que anidan en el agua.
Y me tocaste el hombro para darme el aliento
que pierdo ...

Elsa López



Clima

Este verde poema, hoja por hoja,
lo mece un viento fértil, suroeste;
este poema es un país que sueña,
nube de luz y brisa de hojas verdes.

Tumbos del agua, piedras, nubes, hojas
y un soplo ...

Aurelio Arturo


Letanía Del Ciego

Soy como un ciego...
Rubén Darío

Y tú que tanto amas, tanto ríes,
tanto adivinas y conoces tanto,
¿dónde el escudo para que te fíes,
dónde el pañuelo de enjugar tu llanto...

Carlos Bousoño


Te Busco Y No Te Encuentro

Te busco y no te encuentro. ¿Dónde moras?
¿Lates sin realidad? ¿Eres un mito,
una ilusión, un ansia de infinito?
Y si amaneces, ¿dónde tus auroras?

¿En qué tiempo...

Ana Inés Bonnin Armstrong


La Renaissance Marine

Desde el primer momento en que tus ojos
miraron, todo tú, recién nacido,
ya te asombró la parte de la sombra.
Ya la supiste límite y sus haces
fluyeron hacia ti en su esenci...

Esther Giménez



3. Treinta Pétalos Vacíos Para Tapar El Olvido...

Treinta pétalos vacíos para tapar el olvido.
Nos depara tosca nube el insomnio,
solitario infierno que anticipa la memoria.
Habito
en el suburbio...

Beatriz Hernanz


Tu Zapato

Pesa tan poco tu zapato leve,
que finge ser, cuando tu pie reposa,
más que un zapato, un pétalo de rosa
hecho para pisar copos de nieve.

Si ágil orquesta sus compases mueve
y a la danza...

Alberto Angel Montoya


Para Un Esteta

Tú que hueles la flor de la bella palabra
acaso no comprendas las mías sin aroma.
Tú que buscas el agua transparente
no has de beber mis aguas rojas.

Tú que sigues el vuelo de la ...

José Hierro


Este Jueves

Este jueves depende de tu boca.
Debes cuidarlo igual que un parque a un niño,
como cuida el otoño cada hoja
y le procura el aire necesario
para que se reúna con las otras.

Mira este j...

Manuel Alcántara


«caperucita Roja» Que Se Nos Fue

¡Ah, si volvieras!... ¡Cómo te extrañan mis hermanos!
La casa es un desquicio: ya no está la hacendosa
muchacha de otros tiempos. ¡Eras la habilidosa
que todo...

Evaristo Carriego


Música de Saxo Para Dejar Entre Las Flores

DE BOWLING GREEN

Recuerdo a Miss Gilmore, preludio de la nieve,
ébano solitario, violeta lastimada,
con un pájaro loco bullendo entre las manos
y en las...

Ángel García López


Angustia Segunda

Tus venas, la raíz de nuestros árboles

La raíz de mi árbol, retorcida;
la raíz de mi árbol, de tu árbol,
de todos nuestros árboles,
bebiendo sangre, húmeda de sangre,
la ra...

Nicolás Guillén


Íntima

1

Se recogió la vida para verme pasar.
Me fui perdiendo átomo por átomo de mi carne
y fui resbalándome poco a poco al alma.

Peregrina en mí misma, me anduve un largo instante.
Me prolo...

Julia de Burgos


Puerto

Para Biruté Ciplijauskaité

Escucho las campanas del puente de los barcos:
septiembre es mes de tránsito y una goleta viene
a llamarme a las islas, o el cuarto se desplaza
lentamente. ¿Qui...

María Victoria Atencia


En Tus Ojos

¡Ojos a toda luz y a toda sombra!
Heliotropos del Sueño! Plenos ojos
que encandiló el Milagro y que no asombra
jamás la vida... Eléctricos cerrojos
de profundas estancias; claros bro...

Delmira Agustini


Contar Un Cuento

Es el país de Irás y No Volverás
donde los relojes marcan el invierno en punto
y solo en tu memoria habría primavera
si tuvieras tiempo para recordar
Pero solo hay tiempo p...

Ulalume González de León


La Fuente Perdurable

Se estremeció al contacto de las manos
y ofrecía su cuerpo al alfarero
que ella siempre anheló: primero el rostro
después el talle luego las rodillas.

¡Oh sí! Mujer de bar...

José Agustín Goytisolo


Pax Animae

No me habléis más de dichas terrenales
que no ansío gustar. Está ya muerto
mi corazón, y en su recinto abierto
solo entrarán los cuervos sepulcrales.

Del pasado no llevo las ...

Julián del Casal



No Está El Aire Propicio

No está el aire propicio para estampar mejillas.
Se borraron la flechas que indicaban la ruta
más copiosa de pájaros para los que agonizan.
Se arrastran por los suelos nu...

Gerardo Diego


Le Obliga A Que La Mire...

Es fruto agraz al paladar
y sedoso para los labios
que han conocido su contorno
y percibieron la afluencia.

Ella jugaba aquella noche
cautivada por la ternura
de una voz q...

José Agustín Goytisolo


Porque Me Traían Tu Sueño

Porque me traían tu sueño
yo amé los cielos de la tarde
y los árboles solos.

Y amé los mares en el alba
y las barcas abandonadas,
porque en ellas iba encontrando
¡t...

Esther de Cáceres


Happy New Year

Cruzamos
trece mil novecientos kilómetros
para encontrarnos
pero, como es habitual en ti,
cambiaste el parecer.

Oh, tú, nacida
en un Diciembre inconstante,
de grandes ojos de novill...

Harold Alvarado Tenorio


No Es Mi Año, Alguien Te Tiene

No es en mi año. Alguien te tiene,
no es en mi daño. Y sin embargo
me daña en la duda lo que fuiste;
y así me acostumbro, y lo soporto,
y hasta parece que me place...

Rubén Bonifaz Nuño


Noche

Sobre la nieve se oye resbalar la noche.

La canción caía de los árboles,
y tras la niebla daban voces.

De una mirada encendí mi cigarro.

Cada vez que abro los labios
inundo de nubes el v...

Vicente Huidobro


El Retorno

Fue tan grande y amargo mi despecho,
y fue tu angustia en el adiós tan poca,
que al recordar la herida de tu boca
soñé con otra igual para mi pecho.

Mas hoy depongo mi rencor. Sospecho...

Alberto Angel Montoya


Mirador Umbrío

Desde la torre observas cómo cae la tarde,
las últimas montañas perdidas con la niebla,
los árboles que ascienden levemente, el abismo,
el fulgor de los astros que brillan por tus...

José Lupiáñez


Salmo Pluvial

Tormenta:

Érase una caverna de agua sombría el cielo;
El trueno, a la distancia, rodaba su peñón;
Y una remota brisa de conturbado vuelo,
Se acidulaba en tenue frescura de limón.
...

Leopoldo Lugones


Narciso

Narciso no era bello ni hermoso.
Lo embriagó su propia pequeñez,
su rostro en el otro rostro.
No halló la paradoja,
la secreta lámpara,
los jaspes,
el centro de luz entre sus cejas.

No t...

Mía Gallegos


Epigrama Para Fedra

Sin saber que de Lesbos practicabas
los rituales extraños,
un día gris, inadvertidamente,
puse un beso en tus labios.

Hoy sonrío en la calle y me pregunto
-tras aquel desencan...

Manuel José Arce


Primer Amor

¡Qué sorpresa tu cuerpo, qué inefable vehemencia!
Ser todo esto tuyo, poder gozar de todo
sin haberlo soñado, sin que nunca
un ligero esperar prometiera la dicha.
Esta dicha de fuego ...

Carmen Conde


La Tierra Que Era Mía

Únicamente por reunirse con Sofía Kühn,
amante de trece años, Novalis creyó en el otro mundo;
mas yo creo en soles, nieves, árboles,
en la mariposa blanca sobre una rosa ...

Jorge Gaitán Durán


Cabello Al Aire

Cabello al aire, del que surge un ala
de flor; sierpe rampante,
cabeza de culebra ante el espejo;
maternales ramas de la vida
que despierta, entre ruinas, el momento
de la restauraci...

Rubén Bonifaz Nuño

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