Ninguna certeza existe allí donde no puede aplicarse alguna de las ciencias matemáticas o de las que están unidas con ellas.
Leonardo Da Vinci
Yo no sé cocinar, llevar sombrero, ser acogedora, llevar joyas, arreglar flores, recordar citas, agradecer regalos, dar la propina adecuada, retener a un hombre, mostrar interés en las reuniones de ...
La única diferencia entre un santo y un pecador es que el santo tiene pasado y el pecador, futuro.
Trabajando fielmente ocho horas por día, puedes conseguir ser un jefe y trabajar doce horas por día.
Una buena causa no hace que la guerra sea justa.