No me dejes caer en el vulgar error de soñar que soy perseguido cada vez que alguien me contradice.
Ralph Waldo Emerson
El hombre no está hecho para la derrota; un hombre puede ser destruido pero no derrotado.
El ortograma del Reino asturiano era avanzar sin límite.
No es que volamos por el asiento de nuestros pantalones. No tenemos miedo al fracaso.
Nadie ha medido, ni siquiera los poetas, cuánto el corazón puede contener.