Obie Trice: Yo en realidad no sentarme a e...

Toda la sociedad tiene la obligación de respetarse mutuamente, de aprender los unos de los otros y de compartir las conquistas materiales y científicas, según su propia conveniencia

La camaradería no es más que la mitad de la vida: la otra mitad es el amor, una cosa tan diferente de aquella, que podría uno imaginarse que fue creada para otro universo.

Fusilamientos. Este castigo se reserva a los peores déspotas locales y shensi malvados y lo imponen los campesinos junto con otros sectores de la población.

Usted llena la mente con los estímulos sin sentido de un mundo preocupado por cosas sin sentido, y no va a ser fácil de sentir paz en tu corazón.