La filosofia moderna no ha pretendido reformar la vida. Por el contrario, quiso trasformar, la verdad.
María Zambrano
La verdad no se razona; se reconoce, se siente y se ama.
Hasta la raíz más pequeña encuentra su leñador.
Se ha dicho que el poeta es el gran terapeuta. En ese sentido, el quehacer poético implicaría exorcisar, conjurar y, además, reparar. Escribir un poema es reparar la herida fundamental, la desgarra...
Muchas sutilezas despojan de sus bríos a la razón.