Dios, al nacer nosotros, nos dio por cuna el corazón de una madre.
Henri Lacordaire
La confianza en la bondad ajena es testimonio no pequeño de la propia bondad.
De lo que mis granaderos son capaces, solo lo sé yo, quien los iguale habrá quien los exceda no.
El sueño es la única medicina efectiva.
Todo poder es una conspiración permanente.