Vengo de morirme, no de haber nacido. De haber nacido me voy.
Antonio Porchia
Continuamos siendo imperfectos, peligrosos y terribles, y también maravillosos y fantásticos. Pero estamos aprendiendo a cambiar.
Si pudiera exaltar tus bellos ojos y en frescos versos detallar sus gracias, diría el porvenir: "Miente el poeta, rasgos divinos son, no terrenales".
Haga de su hogar un ambiente de apoyo.
La pereza no es más que el hábito de descansar antes de estar cansado.