Es un principio de la naturaleza humana odiar a quienes nos han injuriado
Tácito
¡Oh, qué noble corazón fue destrozado aquí, cuando la propia ciencia mató al hijo predilecto!
Uno pierde fuerza cuando compadece.
Preocupáos de lo que el Señor podrá pensar de vosotros y no de aquello que, ya sea en bien, ya sea en mal, digan de vosotros los hombres
No busques la felicidad: la vida es breve como un suspiro.