Puede considerarse bienaventurado y no pedir mayor felicidad el hombre que ha encontrado su trabajo.
Thomas Carlyle
Los charlatanes son los hombres más discretos: hablan y hablan y no dicen nada.
¡Dios mío, qué guapa estabas esta tarde cuando hablamos por teléfono!
El hombre debe ser siempre flexible como la caña, no rígido como el cedro.
Tres podrían guardar un secreto si dos de ellos hubieran muerto.