Acusar a los demás de los infortunios propios es un signo de falta de educación. Acusarse a uno mismo, demuestra que la educación ha comenzado.
Epicteto
A boda ni bautizo no vayas sin ser llamado.
El hombre puede creer en lo imposible, pero no creerá nunca en lo improbable.
Los ideales que iluminan mi camino y una y otra vez me han dado coraje para enfrentar la vida con alegría han sido: la amabilidad, la belleza y la verdad.
¡Qué amable cosa es el hombre cuando es verdaderamente hombre!