Tanto en el científico como en el poeta, hay que honrar el desinterés del pensamiento.
John Perse
A pesar de no ser nunca el definitivo, el primer amor perdura para toda la vida.
Feliz aquel que aprende a ser prudente a expensas de los demás.
La verdadera energía y el verdadero carácter son como el valor, tranquilo y moderado, sin alardes y sin vacilaciones.
No consideramos que la justicia se nos presente por naturaleza, porque sí, sino porque se puede enseñar y se aprende con la práctica.