Nada está nunca acabado, basta un poco de felicidad para que todo vuelva a empezar.
Émile Zola
Quería escribir sobre todo, sobre la vida que tenemos y las vidas que hubiéramos podido tener. Quería escribir sobre todas las formas posibles de morir
Dios siempre nos manda regalos, hasta nuestra soledad.
No me gusta la gente que nunca ha tropezado ni caído. Su virtud es sin vida, y no vale mucho. La vida no les ha revelado su belleza.
El carácter es para el hombre su destino