Paréceme que un enfermo es más irreflexivo cuando tiene médico que cuando se cuida por sí mismo de su salud. En el primer caso le basta con observar estrictamente todas las recetas; en el segundo caso nos fijamos con más conciencia en lo que constituye la meta de todas las recetas, a saber, nuestra salud, observamos más cosas, nos ordenamos.y prohibimos muchas más cosas que siguiendo las indicaciones del médico. Todas las reglas tienen este efecto: distraer del fin que está tras la regla y volvemos más irreflexivos.Y cómo habría aumentado la irreflexión de la humanidad, hasta llegar a ser algo indomable y destructivo, si alguna vez, considerando a Dios como médico, hubiese dejado en manos de él, con completa honestidad, todas las cosas, según la fórmula que dice: "¡Como Dios quiera!".
Friedrich Nietzsche