La moral es la debilidad del cerebro.
Arthur Rimbaud
Por el grosor del polvo en los libros de una biblioteca pública puede medirse la cultura de un pueblo.
Me desesperaría si no existieses y no me estuvieses esperando aquí con el ansioso aliento de tus fugaces flores.
Lo que no quieras para ti, no lo quieras para nadie.
La verdadera patria del hombre es la infancia.