Te llamas Rosa y yo Esperanza, pero tu nombre olvidarás, porque seremos una danza en la colina y nada más...
Gabriela Mistral
La fe es de oro, el entusiasmo de plata, el fanatismo de plomo.
La buena suerte se pasa, y el saber se queda en casa.
No sirve de nada alimentarse de esperanzas y después desengañarse.
Quisiera ay tantas cosas más quisiera. Revelar tus ojos, celebrar tu nombre y salir contigo disfrazado de horizonte.