Los límites de mi lenguaje son los límites de mi mundo.
Ludwig Wittgenstein
Con bolsillo ajeno, todo el mundo es limosnero.
Cada vez que me preparo para un viaje me preparo como para la muerte. Si no volviera nunca, todo está en orden.
Sobre la campana del templo posada, dormida una mariposa.
Todo lujo hay que pagárselo. Todo es lujo; empezando por estar en el mundo.