Pensamientos marcel proust ( 2 )
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Tres cuartas partes de las enfermedades de las personas inteligentes vienen de su inteligencia. Se necesitan por lo menos un médico que puede entender esta enfermedad.
La mentira es esencial para la humanidad. Ellos son quizás tan importante como la búsqueda del placer y, además, son dictadas por esa búsqueda.
La felicidad es beneficioso para el cuerpo, pero es dolor que desarrolla los poderes de la mente.
Las personas pueden tener diferentes tipos de placer. La verdad es que para los que van a renunciar a los otros.
No hay hombre, por sabio, que no tiene en algún momento de su juventud dicho cosas o vivido de una manera la conciencia de que es tan desagradable para él en la vida posterior que con mucho gusto, s...
El hábito es una segunda naturaleza que nos impide conocer la primera, de la que no tiene ni la crueldad ni los encantamientos.
Felicidad sirve casi ningún otro propósito que el de hacer posible la infelicidad.
El tiempo pasa, y poco a poco todo lo que hemos hablado en la mentira se convierte en verdad.
Es en los momentos de enfermedad que nos vemos obligados a reconocer que no vivimos solos, pero encadenado a una criatura de un reino diferente, mundos enteros separados, que no tiene conocimiento de ...
Todo lo grande en el mundo proviene de los neuróticos. Solo ellos han fundado nuestras religiones y compuesto nuestras obras maestras.
El tiempo, que cambia a las personas, no altera la imagen que hemos conservado de ellos.
Lo mismo que el porvenir, el pasado no se saborea todo de una vez, sino grano a grano
Aprender a conocer más para amar menos
El verdadero viaje se hace en la memoria
La vejez es una condena sin derecho a recurso.
No hay paraíso hasta que se ha perdido.
Hay que trabajar menos.
Solo se ama lo que no se posee totalmente.
El afortunado hallazgo de un solo libro puede haber cambiado el destino de un hombre.
Un hombre honesto debe obtener la estima pública sin haberlo previsto, y por así decirlo, a pesar suyo. Quien se dedica a buscarla revela su estatura.
Cada clase social tiene su patología.
No hay vicios que no encuentren entre la alta sociedad apoyos complacientes, y se ha visto trastornar la distribución de un castillo para hacer que una hermana durmiera cerca de su hermana cuando se ...
Tal como un hombre inteligente no teme parecerle tonto a otro hombre inteligente, el hombre elegante no tendrá miedo de que su elegancia pase inadvertida al gran señor, sino al patán. Las tres cuar...
El deseo nos fuerza a amar lo que nos hará sufrir.
El amor es una enfermedad inevitable, dolorosa y fortuita.
Por muy bien hechos que estén los puntos de sutura, se vive con dificultad cuando nuestras vísceras han sido substituidas por la añoranza de una persona; parece que ésta ocupara más lugar que aqu...
Se ha llegado a decir que la más alta alabanza de Dios está en la negación del ateo, que encuentra la Creación lo bastante perfecta como para poder prescindir de un Creador.
El instinto dicta el deber y la inteligencia da pretextos para eludirlo.
Los grandes señores son casi las únicas personas de las que se puede aprender tanto como de los campesinos; su conversación está adornada con todo lo que se refiere a la tierra, las mansiones tal ...
Trabajamos siempre para dar forma a nuestra vida, pero copiando sin querer, como un dibujo, los rasgos de la persona que somos y no los de aquélla que nos agradaría ser.
Para figurarse una situación desconocida, la imaginación toma prestados elementos conocidos y a causa de ello no se la figura. Pero la sensibilidad, aún la más fisica, recibe, como un reguero de p...
Siempre hablamos de defectos análogos a los que tenemos, como si fuera una manera desviada de hablar de nosotros, que une al placer de absolvemos el de confesar.
Con la conservación de energía que posee todo lo físico, el sufrimiento ni siquiera necesita las lecciones de la memoria: así, un hombre que ha olvidado las hermosas noches que pasó al claro de l...
Ciertas creencias que no percibimos no por ello son asimilables a un puro vacío, como no lo es el aire que nos envuelve; componen a nuestro alrededor una atmósfera variable, a veces excelente, a men...
La gente desea aprender a nadar y al mismo tiempo mantener un pie en tierra.
Un artista no tiene necesidad de expresar directamente su pensamiento en la obra para que ésta refleje la calidad de aquél.
El amor es el espacio y el tiempo medido por el corazón.
En el sacerdote, como en el alienista, siempre hay algo de juez de instrucción.
El hombre, que juega perpetuamente entre los dos planos de la experiencia y la imaginación, querría profundizar en la vida ideal de la gente que conoce y conocer a las personas cuya vida ha tenido q...
Cabe preguntarse si en ciertas clases populares no existe más duplicidad que en la alta sociedad, que sin duda se reserva para nuestra ausencia las frases descorteses, pero cuya actitud hacia nosotro...
