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Poemas de amor para caballeros ( 100 )

Poemas de amor para caballeros. Encuentra docenas de poemas de amor para caballeros con fotos para copiar y compartir.



Soneto de La Nieve Todavía

Mira cómo se quema el Guadarrama
en sus torres azules. Esa loma
tiene un poco de nieve, una paloma
que ha librado sus alas de la llama.

Qué desierta de pájaros la rama...

José García Nieto


Mientras Yo Te Besaba...

Mientras yo te besaba
te dormiste en mis brazos.
No lo olvidaré nunca.
Asomaban tus dientes
entre los labios:
fríos, distantes, otros.
Ya te habías ido.
Debajo de mi cuerp...

Antonio Gala



Ojos Verdes

Ojos verdes de Marta de Nevares.
Ojos, ¿negros tal vez? de Dorotea.
Ojos azules, clara luz febea
de Camila Lucinda. ¡Qué avatares

de amor sin contención! Gozos, pesares,
gozos... Est...

Vicente Gaos


Profundo Amor

Profundo amor
nacido a ras del arco
arco tendido contra lo imposible
tu voz de cueva se extendió en mi cuenco
cabalgaste flechas hasta el mismo centro

El tiempo nos lanzó de lado a l...

Gioconda Belli


Paisaje

Igual que las antenas de los televisores
tiendo a veces mis brazos para captar tu imagen.
Frío árbol de aluminio,
Y voy por la ciudad buscándote,
llamándote,
auscultando uno a uno los can...

Manuel José Arce


Cancioncilla de La Esposa

Mariuca, esposica, madre:
Dios te salve
en este día y siempre.
dios te guarde,
y mi corazón de rabia y trigo
y sangre,
esta luz amorosa que en el filo
de las palabras arde...

Ramón de Garcíasol



Una Pobre Conciencia

A Bernardo Ortiz de Montellano

Un anciano consume su tabaco
en la vieja cachimba de nogal.
La tarde es solamente un cielo opaco
y el recuerdo amarillo de un rosal.

El anciano d...

José Gorostiza


Antes...

Antes,
nunca hubo el silencio necesario entre abrazo y abrazo
para advertir el parpadeo de esta guillotina
que hoy,
al rozar por sorpresa mi nuca con sus manos de lejía
me ha puesto los ojo...

Almudena Guzmán


Soneto Sediento

Mi tú. Mi sed. Mi víspera. Mi te-amo.
El puñal y la herida que lo encierra.
La respuesta que espero cuando llamo.
Mi manzana del cielo y de la tierra.

Mi por -siempre jamás. Mi a...

Eduardo Carranza



Perfume

Vuelvo a tenerte, amor,
como si nunca
te me hubieras ido.

Tus manos me recorren
el rostro suavemente,
y te oigo la voz en un
susurro
que me roza el oído.

Vuelvo a tenerte
y pienso en el pe...

Meira Delmar


Te Nombraré Veces Y Veces

Te nombraré veces y veces.
me acostaré con vos noche y día.
Noches y días con vos.
Me ensuciaré cogiendo con tu sombra.
Te mostraré mi rabioso corazón.
Te pisaré lo...

Juan Gelman


Otra Estirpe

Eros, yo quiero guiarte, Padre ciego...
pido a tus manos todopoderosas,
su cuerpo excelso derramado en fuego
sobre mi cuerpo desmayado en rosas!

La eléctrica corola que hoy despliego
b...

Delmira Agustini


Veo A Diario Tu Casa

Veo a diario tu casa que, encendida
con ese sol, ya casi en primavera,
es la rosa del día más primera
por donde tú apareces a la vida.

Así mi corazón, casa dormida,
tiembla...

José García Nieto



Ser Río Sin Peces

Ser de río sin peces, esto he sido.
Y revestida voy de espuma y hielo.
Ahogado y roto llevo todo el cielo
y el árbol se me entrega malherido.

A dos orillas del dolor uncido
va m...

Rosario Castellanos


Mujer Dormida

¿Dormida? ¿Hecha cuajado río o luna?
¿Fuera de ti, pálida voz de la tierra?
¿Labio de mármol que oscuro anhelo calla?
No oso acercar manos que tiemblan
a la desnuda y yerma sauda...

Ricardo Carballo Calero


Rosas

En mi jardín hay rosas:
Yo no te quiero dar las rosas
que mañana...
mañana no tendrás.

En mi jardín hay pájaros
con cantos de cristal:
No te los doy,
que tienen alas para volar ...

En m...

Dulce María Loynaz


Sobre El Diván

Sobre el diván dejé la mandolina
y fui a besar la boca purpurina,
la boca de mi hermosa Florentina.

Y es ella dulce y rosa y muerde y besa;
y es una boca rosa, fresa;
y Amor no ha ...

Rubén Darío


Tú, Esperando Mi Sombra

Ahora que oyes tu sangre
me has oído.
Ahora que te has quedado dueño del universo,
la más desamparada criatura del tiempo.

Ahora que te has quedado
solo y solo.
En este i...

Sara de Ibáñez


Doble Canción

I

Tengo una sed de vinos capitosos
-venusino furor, pugnas salaces,
ojos enloquecidos por el éxtasis,
bocas ebrias, frenéticos enlaces-.

Tú, Dinarzada, tú, fogosa mía,
tú, Melu...

León de Greiff


Manos de Amor

¡Qué cercanas, qué lejanas,
tu mano y mi mano juntas!
Me enloquezco cuando siento
que entre el amor de sus palmas
una mano taladrada
les separa los dos pulsos.

-Ya se acercan, ya es...

Esther de Cáceres


La Partida

Contigo, mano a mano. Y no retiro
la postura, Señor. Jugamos fuerte.
Empeñada partida en que la muerte
será baza final. Apuesto. Miro

tus cartas, y me ganas siempre. Tiro
las mías. Da...

José García Nieto


Textura de Sueño

No he visto el día
más que a través de tu ausencia
de tu ausencia redonda que envuelve mi paso agitado,
mi respiración de mujer sola.

Hay que están hechos para morirse o para ...

Gioconda Belli


Yo Soy Danae

Yo soy Dánae. Desnuda caía en el lecho come
bianca neve scende senza vento.
Y llegó secreto con el fulgor
convertido en monedas de oro que cayeron
sobre mí, alrededor, en el suelo
D...

Álvaro Cunqueiro


Sin Título

La mañana se despierta
húmeda y vegetal
todavía sin poder sacudirse la lluvia nocturna
que sigue lamiendo sus bordes.
Me levanto aturdida
sintiendo aún el calor reciente de tu cuerpo
...

Gioconda Belli


Una Carta de Amor

Todo lo que de vos quisiera
es tan poco en el fondo
porque en el fondo es todo,

como un perro que pasa, una colina,
esas cosas de nada, cotidianas,
espiga y cabellera y dos terrone...

Julio Cortázar


Ausencia de La Rosa

Detenida
en el río translúcido
del viento,
por otro nombre, amor,
la llamaría
el corazón.

Nada queda en el sitio
de su perfume. Nadie
puede creer, creería,
que aquí estuvo ...

Meira Delmar



Miniatura Del Beso En Candolim

Al despertarme beso
los labios de mi amada,
que saben a mango y a miedo.
Y me tranquilizo.
Tiene la piel suave
como un amanecer
y lleva en sus tobillos
las ajorcas de p...

José Lupiáñez


Rosa Marchita

Rosa marchita que el amante guarda
entre viejos y pálidos papeles
que a ese recuerdo vagamente fieles
siente pasar bajo su mano tarda.

Quizá recuerda un algo de la vida
de aquel amor...

Leopoldo Lugones


Duermes...

Duermes. Mi mano toca sueño. Duermes.
Gozo de tu inocencia confiada,
de tu implícita forma en esa noche
que hace tan suya con amor la mano.

Te siento dormir sin verte,
serenísima, sagr...

Jorge Guillén


Al Salir A La Calle...

Al salir a la calle, sobre los plátanos,
muy por encima y por detrás de sus hojas
doradas y crujientes, el cielo, muy por encima
azul, intenso y transparente de la helada.
A ...

Olvido García Valdés


Luz Mojada Le Llegaba Del Mar...

A Ricardo Carballo

Luz mojada le llegaba del mar.
¡Qué claro el tiempo
para verla en la playa
con presencia de cosa!
¡Qué sencilla la tarde
para besarla en el pe...

Álvaro Cunqueiro


Sombra Y Rito de Amor...

Sombra y rito de amor:
di tú ángel visible
cuya existencia se fragua en la insumisión
a la palabra y a su asilo
di tú ángel adelgazado por el silencio,
esbeltísimo en l...

Blanca Andreu


Muerto Al Nacer

No aurora fue. Ni llanto. Ni un instante
bebió la luz. Sus ojos no tuvieron
color. Ni yo miré su boca tierna...

Ahora, ¿sabéis?, lo siento.
Debisteis dármelo. Yo hubiera debido
...

Ángela Figuera Aymerich


Pensamiento de Amor

Dejé un instante de pensarte. Había
sucedido algo en ti cuando volviste.
Venías más nostálgico, más triste,
seco tu sol que iluminó mi día.

Alguien -sé quién- que yo no...

José Hierro


Epitafio

Dos perfiles, son dos, en el inerte
yacer del afilado caballero,
pero un solo perfil, el verdadero,
haciendo la moneda de su muerte.

Moneda del vivir -azar y suerte-
ya jugó su caer triste...

Javier de Bengoechea


Como Un Ala Fugaz

Hay algo en ti que nunca permanece
y fluye de tu alma como un río;
algo que te ilumina y te ensombrece,
algo resplandeciente, algo sombrío,

como un ala fugaz que te ennoblece
el ...

Dora Castellanos


Soneto Del Amor Evocado

Toca mi corazón tu mano pura,
lejano amor cercano todavía,
y se me vuelve más azul el día
en la clara verdad de la hermosura.

Memoria de tu beso, la dulzura
recobra su pe...

Meira Delmar


Devocionario

I
La paz no necesita de los héroes.
el heroísmo de la paz es otro.
Es un sereno paso sin angustia
por aquel campo en que acechaban minas.
Y es sobre todo ese convivio afable
de la dive...

David Escobar Galindo


Por Eso

Porque eres buena, inocente
como un sueño de doncella,
porque eres cándida y bella
como un nectario naciente.

Porque en tus ojos asoma
con un dulcísimo encanto,
todo lo hermoso y lo santo...

Manuel Acuña

poemas de amor para caballeros


El Lugar Del Crimen

Másalládelasombra
tedelatantusojos,
yteadivinotersa,
comounmapaextendido
deasombroydedeseo.
Datepormuerta
amor,
esunatraco.
Tuslabiosolavida.

Luis García Montero

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