Poemas de gustav flaubert

Si existiera algo que quisiéramos cambiar en los chicos, en primer lugar deberíamos examinarlo y observar si no es algo que podría ser mejor cambiar en nosotros mismos.

Frente a los grandes méritos de otro no hay más medio de salvación que el amor.

Amo a este pueblo áspero (se refiere a los árabes nómadas), persistente, vivo, último ejemplo de las sociedades primitivas y que, al hacer alto a mediodía, tumbado a la sombra bajo el vientre de ...

Si la sociedad sigue a este paso creo que veremos místicos otra vez, como los hubo en todas las épocas oscuras. (...) y la humanidad, como la tribu judía en el desierto, se pondrá a adorar a toda ...

De todas las cosas relativas a la política, la única que comprendo es el motín. Fatalista como un turco, creo que todo lo que podemos hacer por el progreso de la humanidad, y nada, son exactamente ...

¿Se ha dado cuenta de cómo apreciamos nuestros males? Usted se agarra a sus ideas religiosas, y yo a mi quimera del estilo, que me arruina el cuerpo y el alma. Pero posiblemente solo poseemos algún...

¡Ah! ¡Los hombres de acción! ¡Los activos!. Hay que ver cómo se cansan ellos y nos cansan a los demás por no hacer nada. ¡Y qué vanidad más boba la que nace de una turbulencia baldía! (...) ...

A veces, cuando descubro que no he escrito una sola frase después de haber borroneado páginas enteras, me desplomo en mi sillón y allí me quedo, mareado, hundido en un pantano de desesperación, o...

La necesidad es un obstáculo indestructible; todo lo que sobre ella se lanza se estrella.

Los recuerdos no pueblan nuestra soledad, como suele decirse; antes al contrario, la hacen más profunda.

La mujer es un vulgar animal del que el hombre se ha formado un ideal demasiado bello.

Es necesario siempre esperar cuando se esta desesperado, y dudar cuando se espera.

El zapato que va bien a una persona es estrecho para otra: no hay receta de la vida que vaya bien para todos.

Es digno de especial consideración el hecho de que la costumbre pueda ocupar perfectamente el puesto de la pasión amorosa: exige una presencia no tanto agradable como comoda, pero luego resulta inve...

Ten cuidado con tus sueños: son la sirena de las almas. Ella canta. Nos llama. La seguimos y jamás retornamos.

Las grandes personas, que son las buenas, son ante todo pródigas, y no se preocupan mucho de sus expansiones. Hay que reír y llorar, amar, trabajar, gozar y sufrir; en fin, vibrar todo lo que se pue...

De los defectos solo se da cuenta el desamorado; de ahí que para verlos tengamos que volvernos también desamorados, aunque no más de lo necesario.

La dependencia voluntaria es el mas bello de los estados, y ¡como seria posible sin amor!.

El sueño entero de la democracia reside en elevar al proletariado al nivel de estupidez del burgués. En parte, éste es un sueño que ya se ha realizado. El proletariado lee los mismos periódicos y...

Del mismo modo en que solemos mirar un reloj parado como si aúm andase, también le miramos la cara a una mujer bella como si aún nos amase.

Te costaría creer lo mucho que hablamos del futuro de la sociedad. En mi opinión, es casi seguro que, en un lapso de tiempo más o menos grande, será regida como un colegio. Los vigilantes legislar...

El año 1789 acabó con la monarquía y la nobleza, 1848 con la burguesía y 1851 con el pueblo. No queda otra cosa que una muchedumbre canalla e imbécil. Todos nos hemos hundido y nivelado en una me...

Ser estúpido, egoísta y estar bien de salud, he aquí las tres condiciones que se requieren para ser feliz. Pero si os falta la primera, estáis perdidos.

Nada puede hacerse sin cabeza, y el sufragio universal, tal como existe ahora, es todavía más estúpido que el derecho divino. ¡Las cosas que veréis, si ese sufragio permanece!. La masa, el númer...

(...) he releído (por tercera vez en mi vida) todo Spinoza. Este "ateo" ha sido, en mi opinión, el más religioso de los hombres, puesto que no aceptaba más que a Dios.

Un alma se mide por las dimensiones de sus deseos, como se juzga una catedral por la altura de sus campanarios.

Quien no dice mal de las mujeres, ciertamente no las ama: porque la manera más profunda de sentir alguna cosa está en sufrirla.

No tengo simpatía alguna por ningún partido político o, mejor dicho, los aborrezco a todos, porque todos me parecen igualmente limitados, falsos, pueriles, empleados en lo efimero, sin visión de c...

Corre por el mundo una conjura general y permanente contra dos cosas, a saber, la poesía y la libertad. La gente de buen gusto se encarga de exterminar a la primera, y la gente de orden de perseguir ...

Las masas perdieron su carácter poético con el cristianismo. No me hable usted de los tiempos modernos, a propósito de lo grandioso. No dan ni para satisfacer la imaginación de un folletinista de ...

Ciencia es el arte de crear ilusiones convenientes, que el necio acepta o disputa, pero de cuyo ingenio goza el estudioso, sin cegarse ante el hecho de que tales ilusiones son otros tantos velos para ...

Un vaso de vino en el momento oportuno vale más que todas las riquezas de la tierra.

Un hombre que no ha pasado a través del infierno de sus pasiones, no las ha superado nunca.

El hombre que no percibe el drama de su propio fin no está en la normalidad sino en la patología, y tendría que tenderse en la camilla y dejarse curar.

A un alma se le mide por la amplitud de sus deseos, del mismo modo que se juzga de antemano una catedral por la altura de sus torres.

El futuro nos tortura y el pasado nos encadena. He ahí por qué se nos escapa el presente.

El corazón es una tierra que cada pasión conmueve, remueve y trabaja sobre las ruinas de las demás.

Aquellos que no aprenden nada de los hechos desagradables de sus vidas, fuerzan a la conciencia cósmica a que los reproduzca tantas veces como sea necesario para aprender lo que enseña el drama de l...

Una especie de rigidez monacal destacaba la expresión de su semblante. Nada triste o tierno ablandaba aquella mirada pálida. En el trato con los animales, había adquirido su mutismo y su placidez.

La patria, posiblemente, es como la familia, solo sentimos su valor cuando la perdemos.