Colección de paco
La prudencia es el más excelso de todos los bienes.
EpicuroUno de los grandes secretos del trato con los hombres consiste, para los inteligentes, en fingir menos inteligencia de la que tiene, y para los tontos, en fingir más.
Noel ClarasóLa recompensa del trabajo bien hecho es la oportunidad de hacer más trabajo bien hecho.
Jonas Edward SalkMadrid, nueve meses de invierno, y tres de infierno.
RefránLos hombres no entran en razón mientras no padecen.
Manuel BelgranoEl que ambiciona lo ajeno, pronto pierde lo propio.
RefránLos pájaros pueden olvidar la trampa, pero la trampa no olvida a los pájaros.
Proverbio MalgacheFracasar no es vergonzoso, lo vergonzoso es no hacer el intento.
Andrew MatthewsLos actos contra la naturaleza engendran disturbios contra la naturaleza.
William ShakespeareLa primera mitad de nuestra vida nos la estropean nuestros padres; la segunda nuestros hijos.
Clarence S. DarrowPor desgracia uso las cosas según me lo dicta mi pasión.
Pablo PicassoNinguna obra maestra de ningún artista puede igualar la creación de un niño echo por una madre. El éxito no solo se mide por lo que somos, sino también por el regalo que damos, ¡y el regalo de una madre es una persona!.
Gerry SpenceEl que se ahoga no repara en lo que se agarra.
José De San MartÃnLa poca templanza del enfermo hace al médico ser cruel.
SénecaHay personas silenciosas que son mucho más interesantes que los mejores oradores.
Benjamin DisraeliCada dÃa escojo la verdad con la que pretendo vivir.
Paulo CoelhoLa emision de las ideas por la prensa debe ser tan libre, como es libre en el hombre la facultad de pensar.
Benito JuárezLo que no me mata, me fortalece.
Friedrich NietzscheSi nos alejamos de Dios, ¿quién nos garantiza que un dÃa un poder humano no reivindique de nuevo el derecho a decidir qué vida humana vale y cuál no vale?
Juan Pablo IIEn cierto modo los celos son algo justo y razonable, puesto que tienden a conservar un bien que nos pertenece o que creemos que nos pertenece, mientras que la envidia es un furor que no puede tolerar el bien de los demás.
Francisco de La Rochefoucauld