Colección de pepe
Ciertas creencias que no percibimos no por ello son asimilables a un puro vacÃo, como no lo es el aire que nos envuelve; componen a nuestro alrededor una atmósfera variable, a veces excelente, a menudo irrespirable, y merecerÃan ser anotadas con tanto cuidado como la temperatura, la presión barométrica o la estación, pues nuestros dÃas tienen su originalidad fÃsica y moral.
Marcel ProustNo os espante el dolor; o tendrá fin o acabará con vosotros.
SénecaContra la razón augusta, nada. Sobre el deber de dar empleo a las fuerzas que puso en la mente la naturaleza, nada. Ni rey sobre el derecho polÃtico, ni rey sobre la conciencia. Por encima del hombre, solo el cielo.
José MartÃBasta un poco de espÃritu aventurero para estar siempre satisfechos, pues en esta vida, gracias a dios, nada sucede como deseábamos, como suponÃamos, ni como tenÃamos previsto.
Noel ClarasóEl paraÃso es un lugar central al que las almas de todos los hombres llegan por caminos diferentes; cada secta tiene su ruta particular.
Napoleón BonaparteEl mercado es la primera escuela en que la burguesÃa aprende el nacionalismo.
Iósif StalinLas conferencias deben ser como las faldas de las mujeres: suficientemente largas para contener algo y suficientemente cortas para despertar el interés.
Carlos FisasEl lenguaje es el vestido de los pensamientos.
Samuel Johnson¡por fin voy a vivir solo! y, enseguida, me pregunto con quién.
Sacha GuitryEn cada encrucijada del sendera que lleva al futuro, la tradición ha colocado diez mil hombres para custodiar el pasado.
Maurice Maeterlinck¡cuántas cosas hay en una risotada! es la clave secreta con que se descifra un hombre entero.
Thomas CarlyleSi hay algo que ennoblezca a la juventud, es el miramiento y el respeto a los ancianos.
José MartÃMi patria reposa en el fondo de mis ojos.
Roberto ObregónLa soledad es el imperio de la conciencia.
Gustavo Adolfo BécquerEn tiempo de guerra, mentiras por mar y por tierra.
RefránNingún bribon es tan estupido que no halle motivos para sus bajezas.
Theodor KornerFácil serÃa demostrar que desde las Cruzadas hasta los últimos conatos de revoluciones, la historia de Europa ha estado movida por utopÃas, por grandes imposibles. Y, sin embargo, de esos delirios ha salido la historia efectiva. Y más aún que como realidades, bien tristes si se las mira sin dejarse deslumbrar por su gloria, conmueve por lo que tienen de monumentos funerarios de las esperanzas europeas, de las concreciones que en forma de empresas ha tomado la esperanza europea. Son sus rastros, las huellas en la arena del tiempo de su anhelo. Son las cenizas de sus sueños.
MarÃa ZambranoLa ciencia es respecto del alma lo que es la luz respecto de los ojos, y si las raÃces son amargas, los frutos son muy dulces.
AristótelesEs extraño pensar que en el mundo pueda haber algo mejor que tú.
Nikolai GumiliovEl mal de muerte no hay médico que lo acierte.
Refrán