Colección de pepe
El burgués no tolera en su casa nada que no entienda.
Karl KrausLa cultura es un bien personal. Unicamente nos llega por el camino del cultivo propio.
Llorenc VillalongaEstamos hechos de cicatrices, depende de nosotros cerrarlas o dejarlas sangrar.
Luciano ArcuriLa felicidad es saber unir el final con el principio.
PitágorasEl final del nacimiento es la muerte; y el final de la muerte es el nacimiento.
Dhagavad-GitaMisal de La Virgen
-Usted nunca tuvo hijos.
-No. Aunque, un dÃa, cuando era chica, surgieron de mÃ, de mi pelvis, tres
lagartos. En cartÃlago grueso y anillado. Tres.
-Eh.
-SÃ. Iban por la hierba. Al parecer tenÃan ojos, pero no pude saberlo. Se
hundieron en el piso.
-Oh.
-Pero antes oà un alarido, como si dijesen: ¡Mamá! ¡Ay, madre! ¡Ay!
-Oh.
-No volvieron nunca. En el momento de la parición, salÃan de mis pechos (del
izquierdo y del derecho), una gotita de sangre y una gotita de leche.
-...!
Y ella quedó impasible. Y aunque era completamente blanca, pareció lo que
siempre habÃa parecido:
Una princesa india, abajo de su anacahuita.
De "Obra completa " 2005
Nunca existe error tan grande como el de no proseguir.
Jex BlakeGran descanso es estar libre de culpa.
CicerónLa ilusión es la hermana menor del desengaño.
Oliver Wendell HolmesComo invento, el teléfono es extraordinario, pero ¿para qué podrá servir?.
Rubén DarÃoHoy en dÃa la fidelidad solo se ve en los equipos de sonido.
woodySoneto Sediento
Mi tú. Mi sed. Mi vÃspera. Mi te-amo.
El puñal y la herida que lo encierra.
La respuesta que espero cuando llamo.
Mi manzana del cielo y de la tierra.
Mi por -siempre jamás. Mi agua delgada,
gemidora y azul. Mi amor y seña.
La piel sin fin. La rosa enajenada.
El jardÃn ojeroso que me sueña.
El insomnio estelar. Lo que me queda.
La manzana otra vez. La sed. La seda.
Mi corazón sin uso de razón:
me faltas tanto en esta lejanÃa,
en la tarde, a la noche, por el dÃa,
como me faltarÃa el corazón.
Cultura es sinónimo de civilización y progreso intelectual.
José SarukhánSi las mujeres solo tuvieran los defectos que los hombres les achacan, serÃan casi perfectas.
Louis PasteurFatiga
Marcho dÃa y noche
como un parque desolado.
Marcho dÃa y noche entre esfinges caÃdas de mis ojos;
miro el cielo y su hierba que aprende a cantar;
miro el campo herido a grandes gritos,
y el sol en medio del viento.
Acaricio mi sombrero lleno de luz especial;
paso la mano sobre el lomo del viento;
los vientos, que pasan como las semanas;
los vientos y las luces con gestos de fruta y sed de sangre;
las luces, que pasan como los meses;
cuando la noche se apoya sobre las casas,
y el perfume de los claveles gira en torno de su eje.
Tomo asiento, como el canto de los pájaros;
es la fatiga lejana y la neblina;
caigo como el viento sobre la luz.
Caigo sobre mi alma.
He ahà el pájaro de los milagros;
he ahà los tatuajes de mi castillo;
he ahà mis plumas sobre el mar, que grita adiós.
Caigo de mi alma.
Y me rompo en pedazos de alma sobre el invierno;
caigo del viento sobre la luz;
caigo de la paloma sobre el viento.
Cristo murió por nuestros pecados: ¿vamos a quitar sentido a su martirio no cometiéndolos?
Juanma Bajo UlloaAntes...
Antes,
nunca hubo el silencio necesario entre abrazo y abrazo
para advertir el parpadeo de esta guillotina
que hoy,
al rozar por sorpresa mi nuca con sus manos de lejÃa
me ha puesto los ojos amargos.
Yo misma no me oigo cuando grito.
QuerrÃa huir. Pero ya es tarde:
las sábanas se han convertido en agua cenagosa mezclada
con pegamento.
Y dentro de poco,
como esa cosa horrible siga detrás de mÃ
y usted continúe dormido,
me moriré de risa ante el retrato de Leonardo que tengo
enfrente de mi cadáver.
No hay nada que delate mejor la verdadera Ãndole de las personas que su actitud hacia el dinero.
George GurdjieffDijo un sabio a una campesina: ¿Qué darÃas por saber lo que yo sé? Respondiendo esta: DarÃa más por saber lo que no sabes.
Los pequeños actos que se ejecutan son mejores que todos aquellos grandes que se planean.
George Marshall